sábado, 24 de noviembre de 2012

Secuoyas

Este verano hemos vuelto a visitar este sorprendente bosque que se encuentra a escasos kilómetros de Comillas, a escasos metros de la autopista que une (o mejor dicho quiere unir) Santander con Oviedo.

Este paraje es como una catedral gótica con sus pilares dirigidos hacia el cielo en la búsqueda de la luz de Dios. Sus troncos fuertes cubiertos de una corteza fibrosa, de extremada textura, tienen en este bosque un gran perímetro, aunque todavía su juventud no alcanza a los de los famosos bosques americanos.

Su altura, genera que la luz llegue tenuemente al suelo y los pies de los mismos, desde donde se yerguen ramas sin hojas que crean unos ejes perpendiculares a su eje principal, que hacen imaginar su evolución centenaria. En el suelo, donde la ausencia de sol es patente, surge una escasa vegetación, floreando algún que otro helecho.

Aquí os dejo una muestra de este estupendo paseo que tanto disfrutamos la familia una mañana nublada de este pasado verano en Comillas











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